lunes, 29 de junio de 2015

Gestión de residuos sólidos

Autores:
Anccasi Huiza Edda
Mundo Levano Carla
García Miranda Erick

La gestión de residuos sólidos debe ser un tema de preocupación para los municipios. ¿En qué consiste dicha gestión y por qué es un tema de preocupación? Se trata de la recolección y disposición final de los residuos; es un tema de preocupación ya que aunque se haya avanzado en cuanto a la recolección de residuos, no hay un avance en la disposición final de estos; es decir, el traslado de basura a rellenos sanitarios. 
¿Qué es un relleno sanitario? Es un lugar destinado a la disposición final de desechos o basura y consiste en depositar en el suelo los desechos sólidos, los cuales se esparcen y compactan reduciéndolos al menor volumen posible para que así ocupen un área pequeña.
¿El ciudadano cumple algún rol? Si, el rol del ciudadano es fundamental en la gestión de residuos sólidos y trata del pago de arbitrios por servicios de limpieza, además del reciclaje en sus respectivos hogares. ¿Los ciudadanos cumplen con dicho rol? En Lima más del 50% no realiza el pago de los arbitrios. ¿A qué se debe? Los ciudadanos manifiestan que se debe a que ellos no reciben dicho servicio, el de recojo de basura; mientras que el municipio dice que no hay recojo por falta de pago.
Entonces, ¿Es suficiente tener un recojo de basura y luego dirigir dichos residuos a un relleno sanitario? No, además de los rellenos sanitarios existe otro modo de tratar los residuos y es el de segregarlos.
¿Qué significa segregar? Significa clasificar y en este caso es clasificar residuos. Y ello ¿Con qué finalidad? Con la finalidad de reducir, reutilizar y reciclar los residuos.
¿Existe alguna clasificación de los residuos? Si, existen muchas clasificaciones de los residuos sólidos, una de ellas es según sus características y son: Orgánicos (verduras, frutas, huesos, carnes, etc.), Inorgánicos (papel, cartón, latas, etc. Gran parte de ellos son reciclables) y con características especiales (aquellos que requieren un tratamiento especial y casi en su totalidad no son aptos para el reciclaje.
Más de la mitad de los residuos que se producen son orgánicos; es decir, estos se podrían convertir en abono natural y así reducir en gran cantidad los residuos que van destinados a los llamados rellenos sanitarios.
Entonces si la segregación es un factor clave para la disposición final de residuos, ¿En Lima se aplica la segregación? Si pero dicha participación de parte de los municipios es mucho menor a la mitad de ellos. Sin embargo se espera que la participación conforme transcurra los años se aumente y así se puedan tratar toda clase de residuos sólidos.

Durante varias décadas el servicio de aseo consistió en la recolección de residuos sólidos domiciliarios y su transporte hasta sitios de evacuación, generalmente al borde de los centros urbanos. La visión estatal y de la sociedad respecto a los residuos sólidos era marcadamente de higiene y ornato de la ciudad, sin prestar mayor atención a los sitios de disposición final.
El rápido proceso de urbanización y de crecimiento demográfico se expresa en términos de extensión del territorio metropolitano. En este contexto, los altos niveles de acumulación de residuos así como sus efectos contaminantes se hacen más visibles para la población. Por eso, la visión de los residuos sólidos por parte del Estado y la sociedad cambió. Ya no sólo se trata de recolectarlos para acumularlos en algún lugar de la ciudad, sino que además es necesario hacerles algún tipo de tratamiento técnico que evite sus efectos nocivos en la población, lo cual dio origen a los rellenos sanitarios en las grandes ciudades latinoamericanas.
Según el estudio de Perú Waste Innovation (PWI) desde el 2007 al 2010 la basura en Lima creció en 3.650 toneladas debido al crecimiento económico del país y la capacidad de consumo de la población. En la actualidad, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la capital genera actualmente más de 8.202 toneladas de basura por día, dándonos una aproximación de 0.65 kg de basura por habitante; pero la cifra aumentaría al doble en 20 años, es decir más de 16 mil toneladas. Y cabe precisar además que, de acuerdo a la OEFA, el 88% de los desperdicios (basura orgánica, plásticos, vidrio, chatarra, latas, papel y cartón) es recolectado. Según un informe emitido por el Ministerio del Ambiente (Minam), dice que en la costa se generan 0,628 kilogramos de residuos al día por persona, mientras que en la selva la cifra cae a 0,573 kilogramos. La sierra es la zona donde menos basura se produce, con 0,547 kilogramos al día. Dándonos en promedio, que cada peruano produce 0,61 kilogramos de residuos sólidos al día.
El OEFA dio cuenta de que en el Perú existen solo 10 rellenos sanitarios para una población de más de 30 millones de habitantes, donde se procesa adecuadamente la basura. Durante el 2014, identificó que en las principales ciudades del Perú hay 20 botaderos de basura informales en estado crítico para la salud y el ambiente, y en los que se reciben alrededor de 3.349 toneladas de residuos diariamente, cantidad que equivale a casi 400 compactadoras repletas de desechos. De los 20 botaderos, cinco registran condiciones de operatividad sumamente críticas debido al alto volumen de residuos sólidos que acumulan; se trata de los ubicados en La Libertad (El Milagro), Arequipa (Quebrada Honda), Lambayeque (Reque), Cusco (Jaquira) y Tacna (Alto Antiorko), en los cuales se halla el 76% de las 3.200 toneladas de residuos sólidos en todo el territorio. El problema con estos botaderos se acrecienta por su cercanía a zonas urbanas, lo que suele terminar en quema de basura al aire libre y quejas de los ciudadanos por el hedor y porque incluso hay niños trabajando como recicladores.
En uno de los informes del OEFA se detectó que existe un grave problema en el medio ambiente generado por la mala gestión y manejo de los residuos sólidos. Uno de los aspectos revelados por el informe es que solo 10 de las 195 provincias del país están cumpliendo con el cierre de sus botaderos ilegales, como lo ordena, desde el 2004, la Ley General de Residuos Sólidos.
La misma situación de Perú lo tiene Colombia, donde ciudades como Medellín, Cali, Cartagena, Ibagué, Santa marta, Armenia, Yopal, Sincelejo y San Andrés tienen problemas medioambientales por los malos manejos de sus rellenos sanitarios. La mayoría de ellas no tienen soluciones a la vista para definir nuevos sitios de disposición final de basuras ni de otras formas de manejo a las actualmente realizadas, pese a la alerta que les dio la Superintendencia de Servicios Públicos. El problema de los residuos domiciliarios, que en otros países ha sido afrontado desde varios años atrás, apenas empieza a ser una "novedosa" preocupación en las últimas dos décadas en Colombia. La falta de planificación adecuada y oportuna ha determinado que el estado actual de la situación alcance unos niveles críticos. Un ejemplo de ello lo constituyó la crisis generada por el colapso de uno de los rellenos sanitarios más grandes del país: Doña Juana, en Bogotá.

Si se compara el poder calorífico inferior disponible de los residuos sólidos urbanos con el poder calorífico de algunos combustibles fósiles, se observa que desde el punto de vista energético los residuos sólidos urbanos pueden ser utilizados para producir energía térmica útil, comparable con la utilización de carbón mineral. Con los residuos sólidos urbanos se puede generar energía térmica (agua o aire caliente y vapor), energía eléctrica e incluso mecánica mediante el uso de biocarburantes en motores de combustión interna mediante el procedimiento apropiado de transformación.
Por lo general, los combustibles primarios se encuentran distantes de los centros de consumo; los residuos sólidos urbanos están disponibles en las cercanías de estos centros, lo que se refleja en la reducción de los costos de transporte. Las empresas que disponen en sus propias instalaciones de biomasa residual son las que, con mayor facilidad, pueden plantearse la posibilidad de un aprovechamiento energético ya que los residuos sólidos urbanos se constituyen en un recurso con valor de mercado muy bajo, y puede suponerse incluso un costo el deshacerse de ellos. Las empresas que no disponen de biomasa residual propia pueden adquirirla en el mercado.
La falta de planificación adecuada y oportuna ha determinado que el estado actual de la situación alcance unos niveles críticos de vista energético los residuos sólidos urbanos pueden ser utilizados para producir energía térmica útil
Mientras tanto en otros países latinoamericanos se aplican políticas de tratamiento a los residuos de diferente manera, por ejemplo en Cundimarca que es uno de los 32 departamentos de Colombia, se hicieron proyecciones del posible uso de residuos sólidos urbanos como fuente de energía térmica, utilizando termólisis como tecnología básica. Las proyecciones se hicieron hasta el 2020, considerando diversos factores como actividad económica, y estrato socio económico de la población y se obtuvo poder calorífico inferior medio de los residuos. Cabe resaltar que las diferencias con nuestro país no son tan grandes como los de algunas potencias.
Mientras que en México se buscan formas en las que los residuos sólidos domésticos se puedan transformar en algún tipo de energía, como ser reciclados, ser llevamos a los rellenos sanitarios para ser valorizados en el mercado de los reciclables. En promedio se podrían comercializar semanalmente 643.67 toneladas de residuos alimenticios para composta, 389.45 toneladas de papel y cartón, 217.55 toneladas de plástico, 78.81 toneladas de vidrio, 37.20 toneladas de metales y 8.11 toneladas de aluminio. Se obtendría en total un aproximado de MXP $911,224.18 (USD $ 71,693.48) por la comercialización de los principales reciclables. Cabe resaltar nuevamente que el Perú y México no tienen grandes diferencias en término de países desarrollados y cultura social.
Si comparamos países más desarrollados podremos ver como manejan de mejor manera esta problemática, por ejemplo en París es relativamente fácil de resumir. Casi todos los residuos sólidos, debido a la lejanía de los vertederos, pasan por plantas de transferencia y de selección que aminoran en gran medida los desplazamientos totales. En la separación se da prioridad al reciclaje de envases y a la incineración, a la vez que el sector del compostaje pierde fuerza. Los vertederos son algo lejanos, en comparación con el promedio de las demás ciudades, sin embargo, están muy bien comunicados tanto por agua como por tierra. Y de continuar las medidas de reducción en la generación y de recuperación energética, seguirán siendo suficientes para las siguientes dos décadas.
Para poner otro ejemplo: los noruegos necesitan importar basura como resultado de su gran eficiencia en la gestión de residuos. Noruega, que considera la basura como un recurso para generar electricidad y calefacción, recibe cada año barcos cargados de residuos procedentes Inglaterra e Irlanda. Aun así, necesita más. Además la población de noruega clasifica su basura doméstica en bolsas de colores que ofrece gratuitamente el gobierno: verdes para desechos orgánicos, azules para plásticos y blancas para lo inclasificable. En las plantas de residuos, un escáner se encarga de clasificar las bolsas por colores para su correcto tratamiento. Este sistema de reciclaje es muy funcional y, junto a los hábitos de vida de los ciudadanos, la gestión de los residuos es todo éxito en Oslo (Noruega).
Volviendo al Perú, vemos una realidad diferente donde el tratamiento de estos residuos se hace muy importante por el tema de salud de la población, este tema de la vivienda saludable es un componente importante dentro de la salud ambiental. Tanto en las zonas más pobres, donde se pude observar una cantidad enorme de basura la cual no recibe tratamiento o recojo en lo más mínimo y en zonas no habitadas que se convierten en un foco de infección para las personas suelen visitar dichas zonas por distintos motivos. Existen además residuos líquidos y sólidos provenientes de empresas farmacéuticas que incrementan el riesgo de la sociedad siempre y cuando estos desechos no reciban el tratamiento adecuado. Pero generalmente este tipo de residuo termina también en los botaderos.
Finalmente, tomando en cuenta todo lo expuesto anteriormente notamos la necesidad de tratar el problema del exceso de residuos sólidos en la calle, pues generan una amplia gama de problemas tanto sociales, ambientales y de salud. Está claro que la contaminación ambiental generada por los residuos sólidos es un problema muy controversial actualmente, pues involucra al ciudadano como principal causante de este problema. El exceso de residuos sólidos en las calles da un aspecto lamentable a las calles tanto para los visitantes o turistas como para los mismos habitantes de las zonas, sin mencionar que su constante acumulación genera problemas de salud a las personas que están cerca a estos focos infecciosos.
Un factor clave en la gestión de residuos sólidos es el mismo ciudadano, pues ellos en algunos casos contribuyen al reciclaje de distintos materiales antes de desecharlos; además de que a través del pago de sus arbitrios la municipalidad puede disponer trabajadores y camiones que se dedican a la recolección de basura. Pero en muchos casos los ciudadanos no asumen el rol que deberían; dejan de pagar sus arbitrios por falta de recojo y la municipalidad deja de recoger la basura por falta de pago. Se convierte esto en un ciclo repetitivo donde la única solución o salida es que la persona tome conciencia de cuán importante es en la cadena de la gestión de la basura.
El ciudadano peruano produce cerca de 0.61kg de basura al día, lo que ha generado hasta estos días un preocupante aumento en la cantidad de basura en las calles. Pero el ciudadano a pesar de ser uno de los actores claves en esta gestión, también están las políticas del mismo estado peruano cuya accionar solo se puede traducir en una mala gestión. El Perú cuenta con 10  rellenos sanitarios en buen estado y con cerca de 20 botaderos informales en mal estado. La falta de planificación ha generado un estado que indica un nivel crítico en el tratamiento de los residuos sólidos en el Perú.
Es importante conocer la importancia del tratamiento de los residuos sólidos y la importancia del ciudadano junto con el gobierno para darle una correcta gestión. Al comparar al Perú con otras ciudades de américa latina, podemos notar claramente la mala gestión que existe en nuestro país, ya que en otros países existen políticas de segregación y tratamiento adecuado a los residuos sólidos que cada uno de los países generan.
Mientras tanto algunas megapotencias del mundo van más allá del segregamiento y la gestión. Pues en algunos países el gobierno facilita el reciclaje y separación de los residuos sólidos. Mientas que otros países han tomado la importancia del tratamiento de la basura, pero no limitándose a un enfoque de salud u ornato de las calles, sino también de oportunidad; es decir se dedican a la obtención de energía a través del procesamiento de la basura. Tanto es así la importancia que le dan a la transformación de la basura en energía que se dedican a importar aún más basura, para generar energía orgánica y limpia.
Podemos concluir que el Perú necesita una mejor gestión de los residuos sólidos, pues su rápido incremento es preocupante ya que cada peruano genera gran cantidad de desechos todos los días; sumándole a esto que las malas condiciones en las que están nuestros rellenos sanitarios, el escaso número de las mismas, la aparición de botaderos informales en los cuales la basura no tienen ningún tipo de tratamiento como si lo tienen en los rellenos sanitarios, y finalmente la falta de recojo en muchos lugares del país que no solamente genera la acumulación de basura en las calles sino además la aparición de nuevos botaderos ilegales o el incremento del volumen de basura en los botaderos existentes. Al tomar todo esto en consideración se puede notar la urgencia tener una mejor gestión de residuos sólidos en el país.
Otra conclusión a la que podemos llegar es que una forma de atacar este problema es través de la segregación, que es la separación de los materiales antes de ser desechados. Los materiales se pueden separar en: Orgánicos, como pueden ser los desechos de verduras, frutas, huesos, carnes y otros que se puedan descomponer de manera natural; Inorgánicos, como son papel, cartón, latas y otros materiales cuya descomposición natural demora varios años; y finalmente aquellos materiales no apto para el reciclaje que necesiten un tratamiento especial para su descomposición.

Esta segregación puede ayudar en dos aspectos a la gestión de la basura: reduce la cantidad de basura que llega a los rellenos sanitarios, y facilita el reciclaje. Se concluye finalmente que los actores claves en esta gestión de los residuos sólidos son los ciudadanos y el estado.


Referencias: